Movimiento 2014 (Instituto Politecnico Nacional)

Qué manera de conmemorar el 46 aniversario de la matanza estudiantil de Tlatelolco, con 43 estudiantes normalistas desaparecidos en el estado de Guerrero y una institución de educación técnica superior como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), paralizada por una huelga estudiantil que nadie imaginó hace apenas unos días.
En esta ocasión nos concentraremos en el movimiento del IPN. Según la directora de esta casa de estudios, Dra. Yoloxóchitl Bustamante Diez, detrás del movimiento estudiantil del IPN se encuentran fuerzas y personas extrañas a la institución, quienes serían los verdaderos autores e instigadores de las marchas y protestas.
Esta visión enardeció a los estudiantes, procediendo de inmediato, como en su momento lo hicieron los estudiantes del movimiento #yosoy132, a identificarse y acreditar su total pertenencia a la comunidad politécnica.Desde la huelga universitaria del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), en el año de 1999, no se había registrado un movimiento estudiantil como el del IPN, con más de 25 alumnos marchando por calles y avenidas de la ciudad, y con una clara demanda programática en torno a la educación superior, como lo muestra el pliego petitorio de 10 puntos entregado y leído por el mismísimo secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en plena vía pública, el pasado martes 30 de septiembre.
¿Cuáles son las demandas concretas de los estudiantes del Poli? Al día de hoy son diez:Cancelación del reglamento interno 2014 propuesto por las autoridades del IPN.
Revisión de los planes académicos actuales y futuros por parte de las diferentes academias docentes y alumnados, en los niveles medio superior y superior del IPN.
Garantía de la integridad física, jurídica y académica de todos los involucrados en el movimiento (salida de los llamados “porros” de las escuelas).
Democratización en el proceso de elección de los puestos directivos en cada uno de los planteles del IPN, con la participación de la comunidad politécnica: estudiantes, docentes y administrativos.
Renuncia inmediata de la directora general del IPN.
Suspensión de pensiones vitalicias a los ex directores.
Reemplazo de la policía bancaria e industrial del IPN, con base en la ley orgánica del mismo instituto.
Aumento del presupuesto para la reapertura y equipamiento de talleres y laboratorios científicos en escuelas de nivel medio superior y superior del IPN.
No a la descentralización del IPN.
Conocer los aspectos que el sector privado ha implementado en el desarrollo tecnológico.
Las primeras interrogantes que surgen al leer estos puntos son:
Desde 1968 aprendimos en este país que la sordera y la ceguera de algunas autoridades, siempre será más peligrosa y dañina que la rebeldía y la impetuosidad de los jóvenes.
Si un joven se equivoca, siempre tendrá el amparo del tiempo para corregir. Pero si una autoridad yerra, el único tiempo que dispone es para responder por sus errores.No debe sorprendernos tampoco si una inocente demanda por una mejor educación en el aula, termina en una sonora petición de una mejor democracia para todo un país.
Desde el siglo de la Ilustración, los proyectos de democracia devienen en proyectos de una mejor educación para la sociedad, y viceversa, las reivindicaciones educativas terminan en demandas por una democracias mejor articulada.En nuestro artículo tercero constitucional, democracia y educación, en efecto, van de la mano.
¿Qué tipo de movimiento es éste, el de los jóvenes del Politécnico, que la semana pasada saltó con sorpresa a la vida pública?Es un movimiento auténticamente estudiantil, cuyos dirigentes, bases y convocantes son realmente miembros de la comunidad de alumnos del Politécnico, y no pertenecen a organización política o electoral alguna. Ni siquiera hay personal docente o administrativo del Politécnico en su organización inicial.
El movimiento rebasó a la estructura representativa y a los dirigentes formales estudiantiles integrados como consejeros en la junta de gobierno del Politécnico.
Es un movimiento convocado por, para y desde las redes sociales, como medio emergente de comunicación entre los jóvenes, siendo una provocación desmedida decir que detrás de ellos hay porros, fuerzas externas al Politécnico o mano negra. Lo único negro y trasnochado es la visión de las autoridades que piensan lo contrario.
Es el primer movimiento estudiantil postreforma educativa, que a diferencia de los movimientos magisteriales de protesta, centrados en demandas laborales, el de los jóvenes politécnicos se centra en la matrícula académica y en los esquemas pedagógicos de enseñanza-aprendizaje.
Es un movimiento que reivindica y defiende la función original del Politécnico como generador de profesionales para liderar la tecnificación del país, no como fábrica de técnicos de nivel medio, que los condenaría a posiciones subordinadas y depauperizantes en el mercado laboral profesional.
Es un movimiento que reivindica también la educación pública de calidad frente a los proyectos de privatización educativa que se vienen impulsando desde hace tiempo y de manera indistinta, tanto por los gobiernos del PRI como por los del PAN.
Desde aquí formulamos un llamado a las autoridades del Politécnico para que atiendan, negocien y resuelvan de manera diligente y expedita el pliego petitorio de este movimiento estudiantil.
En otras palabras, si las autoridades del IPN no pueden atender este movimiento, tendrán que irse.